La función de relación es la capacidad que tiene el ser humano para percibir los estímulos y elaborar una respuesta adecuada para sobrevivir.

En ella podemos diferenciar tres etapas:

1. Percepción de los estímulos: el ser humano posee receptores que son los encargados de percibir los estímulos y mandar la información recibida hasta los centros de coordinación.

2. Procesamiento de la información: la información captada es enviada a los centros de coordinación donde se elabora la respuesta. Estos centros son el sistema nervioso y el sistema endocrino.

3. La respuesta: es realizada por los órganos llamados efectores. Estos órganos son los músculos y los huesos o las glándulas endocrinas.

Los receptores son células especializadas en captar los cambios físicos o químicos que ocurren en el interior o el exterior del organismo y enviar esta información a los centros de coordinación.

Se clasifican en:

1. Fotoreceptores: son sensible a la luz.

2. Quimioreceptores: sensibles a sustancias químicas.

3. Termorreceptores: perciben cambios de temperatura.

4. Mecanorreceptores: sensibles a estímulos mecánicos como la presión.

5. Nociceptores: sensibles al dolor.